Misiones

Otra Navidad sin Emmanuel

December 24, 2014

Emmanuel no es mi novio, ni mi esposo. No es un hijo al cual perdí. Y a pesar de que dedico mi vida a las misiones transculturales, no es un niño al cual le he tomado cariño. Muchas personas sin embargo, sólo necesitaría reemplazar el nombre y el título explicaría su situación.

Emmanuel, como todo creyente en Cristo sabe es “Dios con Nosotros”. Pero ¿con quienes? ¿Es Dios con toda la tierra? ¿Es Dios con aquellos que le reconocen como tal? ¿Es Dios para con aquellos que han creído en El?

Los tiempos navideños pueden ser una montaña rusa emocional. En un momento estamos en fiestas y en el siguiente nos encontramos evaluando lo que tanto queremos y no tenemos. Estamos en un momento rodeados de personas y en el otro sintiéndonos tan solos como si fuésemos la única alma en un desierto.

Cada época navideña es un tiempo de fiestas y alegrías para muchos. La realidad a la cual muchos estamos ajenos es que para la mayoría del planeta no es un tiempo de celebración, porque a ellos no les ha amanecido.

Según nota en el Joshua Project, de acuerdo al Atlas de Cristiandad Global (Atlas of Global Christianity) aproximadamente 2,026,000,000 de personas son consideradas no-evangelizadas, lo que quiere decir que no tienen acceso adecuado ni oportunidades de escuchar el evangelio. Esto es crítico.

Tantos millones de personas no han escuchado el nombre de Cristo y no tienen a nadie quién pueda declararles efectivamente las buenas nuevas. Jesús, para ellos no tiene significado especial. Para otros es sólo un nombre con poder místico y no el Hijo de Dios, el único en el cual hay salvación. Para otros es solo un profeta más. No es Dios mismo quién se encarnó para dar su vida para reconciliarnos y traer paz eterna con Dios. Para el 40% del planeta, es un nombre inexistente. Sería la primera vez en sus vidas que escuchan de El.

El mejor regalo de navidad que hemos recibido es el mismo que podemos dar. Dar nuestras vidas para la proclamación del evangelio de Cristo y las buenas nuevas de salvación. Cada uno de nosotros deberíamos invertir más tiempo en esta navidad, no en planificar nuestras nuevas resoluciones para el 2015 o en como vamos a gastar los bonos navideños. ¿Cuánto puedo yo no escatimar, incluyendo mi vida misma en esta navidad? ¿Qué debo hacer yo para que sean menos los que pasen otra navidad sin Emmanuel?

  • Algunas preguntas prácticas que podemos hacernos en este tiempo de reflexión:
  • ¿Quién es alguien con quién necesito insistentemente compartir el evangelio esta navidad?
  •  ¿Quién es una amigo, conocido, familia o líder gubernamental por quién necesito orar para que escuche y entienda el evangelio?
  •  ¿Existe algún comunidad, barrio, lugar, país por el cuál Dios esté poniendo en mi corazón carga?
  •  ¿Quiere Dios que ore de manera comprometida para la causa de las misiones transculturales y los pueblos no alcanzados?
  •  ¿Quiere Dios y cuánto quiere que dé financieramente de manera comprometida para la causa de las misiones transculturales y los pueblos no alcanzados?
  •  ¿Quiere Dios que vaya o me mude a una zona rural, pueblo, ciudad u otro país para la causa de las misiones transculturales y los pueblos no alcanzados hacer discípulos de todas las naciones?
  •  ¿Quién es la persona con quién Dios quiere me comprometa a discipular?
  •  ¿Quiere Dios que abra mi hogar para un grupo pequeño o iniciar una iglesia?
  •  ¿En qué áreas de mi carácter personal necesito reflejar más a Dios con nosotros, de forma que cuando yo esté con las personas genuinamente puedan ver más de Cristo y menos de mí?

Muchos no tendremos que abandonar nuestros países para que esto pase. Pero sí estaremos llamados a revisar nuestras propias vidas y despojarnos de nuestro orgullos y superficialidad para empezar a ver claramente la verdadera necesidad, pobreza y banca rota espiritual que nos rodea. A ellos no les ha amanecido.

Necesitamos anunciar con gozo estas buenas nuevas que traen vida, salvación, esperanza y reconciliación eterna con Dios. Tal vez el regalo que Dios te está llamando a envolver y enviar sea tu propia vida. Pero es de gran gozo cuando puedas escuchar a otros declarar, ciertamente “Dios es con nosotros”.

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1 Comment

  • Reply Lewis Almonte Hdez (@LewisAlmonteH) December 24, 2014 at 8:02 pm

    Gracias por esta reflexión y llamado a todos los que hemos recibido de gracia a Emmanuel.

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